
La sociedad del siglo XXI es, sin duda, una de las que mayor influencia reciben de las imágenes. Estas nos permiten narrar historias, explicar acontecimientos, describir situaciones, mostrar procesos. Pero sobre todo, son fuente de información para facilitar la comprensión de contenidos. Ser conscientes del poder de la imagen y de cómo utilizarla para transmitir conocimiento, es de suma importancia en la labor de cualquier académico comprometido con la evolución de la enseñanza y el aprendizaje.